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Emmanuel Lévinas

Ética e infinito

  • Cinthia Del Bosquealıntı yaptı5 yıl önce
    La necesidad que el otro hombre padece no la vivo, humanamente, como objeto de percepción o de análisis económico, sino como demanda, mejor dicho, como exigencia de auxilio.
  • Sergio Castroalıntı yaptı3 gün önce
    Prosigue usted por un análisis de la voluptuosidad: « Lo acariciado no es tocado, hablando con propiedad. No es lo aterciopelado ni la tibieza de esa mano dada en el contacto lo que la caricia busca. Es esa búsqueda de la caricia lo que constituye su esencia, por el hecho de que la caricia no sabe lo que busca. Este “no saber”, este desarreglo fundamental es lo esencial en ella. Es como un juego con algo que se sustrae, y un juego absolutamente sin proyecto ni plan, no con lo que puede llegar a ser nuestro y nosotros, sino con algo otro, siempre otro, siempre inaccesible, siempre por venir. Y la caricia es la espera de ese porvenir puro sin contenido
  • Sergio Castroalıntı yaptı3 gün önce
    La trascendencia de lo femenino consiste en retirarse a otra parte, movimiento opuesto al movimiento de la conciencia. Pero no es por ello inconsciente o subconsciente, y no veo otra posibilidad que la de llamarlo misterio. Mientras que al poner al otro como libertad, al pensarlo en términos de luz, estamos obligados a reconocer el fracaso de la comunicación, aquí hemos reconocido tan solo el fracaso del movimiento que tiende a capturar o a poseer una libertad. Únicamente mostrando aquello por lo que el eros difiere de la posesión y del poder, podemos admitir una comunicación en el eros. No es ni una lucha ni una fusión ni un conocimiento. Hay que reconocer su lugar excepcional entre las relaciones. Es la relación con la alteridad, con el misterio, es decir, con el porvenir, con lo que, en un mundo en el que todo está ahí, jamás está ahí
  • Sergio Castroalıntı yaptı3 gün önce
    La diferencia de sexo no es la dualidad de dos términos complementarios. Puesto que dos términos complementarios suponen un todo preexistente. Pero decir que la dualidad sexual supone un todo es de antemano establecer el amor como fusión. Lo patético del amor consiste, por el contrario, en una dualidad insuperable de los seres; es una relación con lo que siempre se sustrae. La relación no neutraliza ipso facto la alteridad, sino que la conserva. Lo otro en tanto que otro no es aquí un objeto que pasa a ser nuestro o que pasa a ser nosotros; por el contrario, se retira en su misterio [...] Lo que me importa en esta noción de lo femenino no es tan solo lo incognoscible, sino un modo de ser que consiste en sustraerse a la luz. Lo femenino es en la existencia un acontecimiento, diferente del de la trascendencia espacial o de la expresión, que se encaminan hacia la luz; es una huida ante la luz. La manera de existir de lo femenino es la de esconderse, o el pudor. Esta alteridad de lo femenino tampoco consiste en una simple exterioridad de objeto. No está hecha tampoco de una oposición de voluntades
  • Sergio Castroalıntı yaptı3 gün önce
    Permiten captar en qué sentido, irreductible al de la diferencia numérica y al de la diferencia de naturaleza, se puede pensar la alteridad que impera en la relación erótica. Nada en esta relación reduce la alteridad que se exalta en ella. En el extremo opuesto del conocimiento, que es supresión de la alteridad y que, en el «saber absoluto» de Hegel, celebra «la identidad de lo idéntico y de lo no-idéntico», la alteridad y la dualidad no desaparecen en la relación amorosa. La idea de un amor que sería una confusión entre dos seres es una falsa idea romántica. Lo patético de la relación erótica es el hecho de ser dos, y que el otro es en ella absolutamente otro.
  • Sergio Castroalıntı yaptı4 gün önce
    Los dos análisis principales que sostienen esa tesis en Le Temps et l’Autre conciernen, de una parte, a la relación erótica, relación –sin confusión– con la alteridad de lo femenino y, de otra parte, a la relación de paternidad que va de mí a otro que, en cierto sentido, es todavía yo y sin embargo absolutamente otro; temporalidad aproximada a la concreción y a la paradoja lógica de la fecundidad. Relaciones con la alteridad que contrastan con esas en las que lo Mismo domina o absorbe o engloba a lo Otro y cuyo modelo es el saber
  • Sergio Castroalıntı yaptı4 gün önce
    Y el libro intenta comprender el papel del tiempo en esa relación: el tiempo no es una simple experiencia de la duración, sino un dinamismo que nos lleva, más que a las cosas que poseemos, a otra parte. Como si, en el seno del tiempo, hubiera un movimiento hacia más allá de lo que es igual que nosotros. El tiempo como relación con la alteridad inalcanzable y, así, interrupción del ritmo y de sus retornos.
  • Sergio Castroalıntı yaptı4 gün önce
    El conocimiento siempre ha sido interpretado como asimilación. Incluso los descubrimientos más sorprendentes acaban por ser absorbidos, comprendidos, con todo lo que hay de «prender» en el «comprender». El conocimiento más audaz y lejano no nos pone en comunión con lo verdaderamente otro; no reemplaza a la sociedad; es todavía y siempre una soledad
  • Sergio Castroalıntı yaptı5 gün önce
    Por lo que concierne al conocimiento: este es por encima una relación con lo que igualamos y englobamos, con aquello cuya alteridad suspendemos, con aquello que pasa a ser inmanente, porque es a mi medida y a mi escala. Pienso en Descartes, quien decía que el cogito puede darse el sol y el cielo; lo único que no puede él darse es la idea de lo Infinito. El conocimiento es siempre una adecuación entre el pensamiento y lo que este piensa. En el conocimiento hay, al fin y al cabo, una imposibilidad de salir de sí; por tanto, la socialidad no puede tener la misma estructura que el conocimiento.
  • Sergio Castroalıntı yaptı5 gün önce
    Además, la relación fundamental del ser, en Heidegger, no es la relación con el otro, sino con la muerte, donde se denuncia todo lo que hay de inauténtico en la relación con el otro, pues uno muere solo.
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