Suele ser cierto que los fantasmas no se manifiestan de la misma forma a las personas que se los encuentran. Algunos se presentan con frecuencia para anunciar catástrofes, otros evocan a seres que no han podido encontrar reposo en el Más Allá, seres atormentados por la lujuria, los remordimientos, una sed de justicia o la necesidad de volver a vivir indefinidamente la tragedia en un mismo escenario.