Verónica, ha tenido tantas vidas como nombres. Se ha llamado Selena, Selene, Mackey, Mujer Luna, Mujer Luna Bella. Ha descendido a todos los infiernos y sus vídeos en Internet se reproducen por millones, convirtiéndola en una de las youtubers más populares y hasta en una internacional pornstar.
Hace seis años sorprendió, escandalizó e incluso fascinó a miles de personas cuando divulgó un video en el que se exhibió desnuda y teiboleando dentro de uno de los vagones del metro de Monterrey, la capital de Nuevo León.
El presente volumen no es solamente la autobiografía de una joven que de manera hábil logró convertirse en una celebridad como showgirl gracias a las redes sociales, a sus desinhibiciones y a su vida destrampada; es el documento descarnado de una existencia que transcurrió en al más lacerante de las miserias, entre humillaciones y golpes, entre abusos y violaciones sexuales.
Sus desparpajados videos, de tendencia erótica oscilan entre las líneas underground, kitsch, porno o declaradamente comercial, y en ocasiones se debaten entre el entretenimiento llano, la propuesta de fondo y la irreverencia lúdica.