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Kitaplar
Federico García Lorca

Los árboles se han ido

  • Cristian David Hernandez Chavesalıntı yaptıgeçen yıl
    CASIDA IV

    De la mujer tendida

    Verte desnuda es recordar la Tierra.

    La Tierra lisa, limpia de caballos.

    La Tierra sin un junco, forma pura

    cerrada al porvenir: confín de plata.

    Verte desnuda es comprender el ansia

    de la lluvia que busca débil talle

    o la fiebre del mar de inmenso rostro

    sin encontrar la luz de su mejilla.

    La sangre sonará por las alcobas

    y vendrá con espada fulgurante,

    pero tú no sabrás dónde se ocultan

    el corazón de sapo o la violeta.

    Tu vientre es una lucha de raíces,

    tus labios son un alba sin contorno,

    bajo las rosas tibias de la cama

    los muertos gimen esperando turno.

    (De Diván del Tamarit,1936)
  • valeria list / guzmánalıntı yaptı4 yıl önce
    Cielo azul.

    Campo amarillo.

    Monte azul.

    Campo amarillo.

    Por la llanura tostada

    va caminando un olivo.

    Un solo

    olivo.
  • Brenda Legorretaalıntı yaptıgeçen yıl
    El viento vuelve desnudo
    la esquina de la sorpresa,
    en la noche platinoche,
    noche que noche nochera
  • Brenda Legorretaalıntı yaptıgeçen yıl
    Yo vuelo
    hacia mi casa intranquilo.
    Se agitan en mi cerebro
    dos palomas campesinas
    y en el horizonte, ¡lejos!,
    se hunde el arcaduz del día.
    ¡Terrible noria del tiempo!
  • Cristian David Hernandez Chavesalıntı yaptıgeçen yıl
    ROMANCE SONÁMBULO

    A Gloria Giner

    y a Fernando de los Ríos

    Verde que te quiero verde.

    Verde viento. Verdes ramas.

    El barco sobre la mar

    y el caballo en la montaña.

    Con la sombra en la cintura

    ella sueña en su baranda,

    verde carne, pelo verde,

    con ojos de fría plata.

    Verde que te quiero verde.

    Bajo la luna gitana,

    las cosas le están mirando

    y ella no puede mirarlas.
  • Ingrid Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
    Si algo tienen en común todos los poetas verdaderamente importantes es que, más que proponer respuestas para las grandes preguntas, nos dejan sumergidos en nuevos interrogantes, enfangados en una incertidumbre definitiva pero extrañamente reconfortados, acompañados, comprendidos. No hay nada que resolver, parecen decir, no hay nada que descifrar, y la única solución posible a los tres o cuatro enigmas esenciales está en la propia constatación del misterio, de su profundidad, de su inmensidad, de su dramática belleza.
  • Emiliano Urbinaalıntı yaptı2 yıl önce
    Pero yo ya no soy yo,

    ni mi casa es ya mi casa.
  • Emiliano Urbinaalıntı yaptı2 yıl önce
    Con la sombra en la cintura

    ella sueña en su baranda,

    verde carne, pelo verde,

    con ojos de fría plata.

    Verde que te quiero verde.

    Bajo la luna gitana,

    las cosas le están mirando

    y ella no puede mirarlas.
  • Emiliano Urbinaalıntı yaptı2 yıl önce
    su cuerpo lleno de lirios

    y una granada en las sienes.
  • Emiliano Urbinaalıntı yaptı2 yıl önce
    Era uno.

    Era ninguno.

    (Se quedó desnuda el agua).
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