En medio de extrañas víctimas

guapas las mujeres que parecen niños pequeños,

No le importo a la estadística como merezco», resumo para mis adentros.

cuando un derrapón de llantas, después de un silencio apenas perceptible, se resuelve en choque;

soy el único consciente del ritmo de mis pasos

Para dudar de ellas y quedarse triunfalmente solo ante el vacío, Descartes propone la hipótesis más deliciosa de la historia de la filosofía: hemos sido creados por un dios que nos obliga a equivocarnos. Un genio maligno que disfruta con nuestros tropiezos y se ríe de la

Un dios cabrón como los de las mitologías, que tenían más sentido del humor que los de las religiones

Me molesta la supuesta necesidad de conocerse a sí mismo, además. No puedo imaginarme el viaje introspectivo sino como un accidentado descenso en un tobogán de vísceras sanguinolentas

Nada me gustaría más que entregarme a frivolidades y pasar los domingos disfrutando de la sana diversión de los supermercados enormes, pero me aburro muy rápido

Sentía una atracción electromagnética por Micaela, pero sabía que todo estaba en contra: su vida, la de ella, el conjunto de accidentes que conformaban el mundo.

Mi vida tiene la desventaja de no ser mía del todo