Controla tu tiempo, controla tu vida

Disciplínate para realizar solo las tareas que enriquecen y mejoran tu vida y tu trabajo, y que te dan un sentimiento de progreso hacia el logro de las cosas que deseas, y te permiten llegar a ser la clase de persona que quieres ser.

Esta sencilla estrategia te hará duplicar o triplicar tu productividad, desempeño y resultados en los meses y años por venir.

Mejor aún, cuando trabajes en tus metas más importantes, tendrás una sensación de triunfo, de progreso, de más felicidad y plenitud. Tu autoestima crecerá. Disfrutarás de mayores niveles de autorrespeto y orgullo personal.

Es más, cuando trabajes y alcances tus metas y tareas más importantes, ganarás el respeto, la estima y la admiración de todos los que te rodean. En poco tiempo llegarás a ser la persona más valiosa en tu organización.

Si no controlas tu tiempo como es debido, es difícil que controles cualquier otro aspecto.

es: ¿Tu método actual está funcionando? La norma es tener claridad respecto a la meta, pero ser flexible en cuanto al método para alcanzarla.

on nuestra editorial en sus oficinas localizadas en el centro de San Francisco. La reuni

¿Cómo es posible que tan

Eres una combinación especial y compleja de conocimientos, experiencia, educación, talentos, habilidades, intereses, emociones, deseos y temores. Además, desde la infancia has tenido una intrincada serie de experiencias que te han forjado en la persona que eres hoy.
Tienes fortalezas y destrezas especiales, y has nacido con la capacidad de tener excelencia en algo, o quizás en muchas cosas. Tu gran responsabilidad para contigo mismo, y los demás, es encontrar esa misión especial para la que has sido puesto en esta tierra. Debes aclarar tu visión, tu propósito en la vida, el deseo de tu corazón.

Sócrates dijo: “la vida que no se examina no vale la pena ser vivida”.

Las mejores herramientas para el manejo del tiempo incluyen establecer metas, planear y organizar tu vida en torno a aquellas cosas que de verdad quieres hacer y tener.

esperanza no es una estrategia. Es una receta para el fracaso, o peor aún, para el desastre.

La mayoría de las personas van por la vida sin metas, haciendo lo que mejor pueden, tan solo esperando que algo bueno les suceda.