Hablar Solos

no demoran el sentido del mensaje? ¿No entorpecen la comunicación? Me estoy poniendo vieja

Así que estoy en sus manos. Él me asfixia mientras aprieta el volante. Lo va girando. Me retuerce el pescuezo

Me temo que existen dos tipos de alienación: la del trabajador explotado y la del trabajador de vacaciones. El primero no puede pensar, le falta tiempo. El segundo sólo puede pensar, y esa es su condena

No pienso escribir más hasta recibir ese mensaje.
No pienso escribir más hasta recibir ese mensaje.
No pienso escribir más hasta. Por fin, por fin

Hay hombres que hablan genial, conozco a muchos. Pero casi ninguno sabe callarse.

Y que siga empeñandose en tomar decisiones económicas como hacía mi suegro, al estilo cabeza de familia, demuestra que en el fondo niega su situación.

Llevárselo en camión, como su padre había hecho con él.

Así que en ese camión voy yo también, aunque me haya quedado en casa.

Los derechos del enfermo están fuera de duda. De los derechos de quien lo cuida nadie habla. Nos enfermamos con la enfermedad del otro.

Como de costumbre, yo cedí. No por generosidad: por culpa. Lo absurdo es que ahora me arrepiento igual.