Cuando tu vida es un libro

—¿Y alguna vez tuviste la sensación de que ese libro hablaba de ti?

Se encogió de hombros.

—Más bien era al revés. Yo quería ser la persona que vivía todas esas cosas maravillosas.

El hecho de que Petrowna me acompañase a la librería era bueno por un lado, pero malo por otro. Bueno porque con ella todo marchaba mejor. Malo porque tenía la sensación de que quizá esa era una de las cosas que se deben hacer sin compañía. Como ir al váter. Aunque muchas veces también íbamos juntas allí.

No lo había hecho aún. Y no porque me hubiese sentado mal que ya no quisiera seguir con mi madre. Simplemente no sabía cómo debe comportarse uno cuando visita a su padre, que de repente vive en otro sitio

¿A partir de ahora tendría que leerme todos los tomos de las librerías para saber más sobre mí misma?

Querías cambiar su vida. Olvídalo. Lo único que puedes cambiar es a ti misma

¿Y habría tal vez en algún lugar del mundo otros libros que describían cómo continuaba mi vida? ¿A partir de ahora tendría que leerme todos los tomos de las librerías para saber más sobre mí misma?

Así que eso es lo que pasa cuando lees, pensé llena de odio. Uno se esfuerza, solo desea fervientemente llegar al final y entonces te quedas con cara de tonto.

—¿Y alguna vez tuviste la sensación de que ese libro hablaba de ti?

Se encogió de hombros.

—Más bien era al revés. Yo quería ser la persona que vivía todas esas cosas maravillosas.