Artistas ultramodernos, las hijas de los dueños de los bancos, merengueros, periodistas investigativas, premios nobel, macheteros puertorriqueños y actrices de cine cubanas se doblaban sobre su mesa de centro a darse una raya con «Aces High» de fondo.
Astrid López Méndezalıntı yaptı5 ay önce
las obras de Sófocles
Astrid López Méndezalıntı yaptı5 ay önce
El corazón se le estrujaba pensando en la monja, en cómo la había traicionado cuando tenía quince años.
Astrid López Méndezalıntı yaptı5 ay önce
Guinea, te pusieron en el pueblo, como la carne más sabrosa del corral, como la moneda
Astrid López Méndezalıntı yaptı5 ay önce
Sufre con la muerte de María y piensa en la forma que conoce de la muerte: la mano de su madre retorciendo el cuello a las gallinas.
Astrid López Méndezalıntı yaptı5 ay önce
«El que turba su casa heredará viento».
Astrid López Méndezalıntı yaptı5 ay önce
un perro que ladra sin que nadie lo oiga también es profecía de liberación
Astrid López Méndezalıntı yaptı5 ay önce
Asmodeo era un poema.
Astrid López Méndezalıntı yaptı5 ay önce
Sin perico, Rudy Caraquita, el verdadero dueño de ese cuerpo, recobraba su voluntad y Asmodeo, el demonio que lo habitaba, volvía a tener sobre su anfitrión el poder que tienen las obsesiones, los susurros, los recuerdos.
Itzel Roblesalıntı yaptı6 ay önce
controlar la sensación de estarse perdiendo algo, de que las cosas interesantes ocurrían en otro luga