comprendió que Dios no existía. No en esa tierra donde gobernaban monstruos descoyuntados, ataviados con falda de serpientes
b0318996894alıntı yaptıgeçen yıl
comprendió que Dios no existía. No en esa tierra donde gobernaban monstruos descoyuntados, ataviados con falda de serpientes
Niza Pachecoalıntı yaptı2 yıl önce
No vayas a creerme santa porque así me llamé. Tampoco me creas una perdida. Barro fui y barro soy; mi carne triunfadora se halla en el cementerio…
Niza Pachecoalıntı yaptı2 yıl önce
Ella nunca entraba realmente en su vida, pero tampoco se alejaba.
Niza Pachecoalıntı yaptı2 yıl önce
No tenía nada que ofrecerles más que un conjunto de fantasías inanes…
Niza Pachecoalıntı yaptı2 yıl önce
Resultaba inverosímil que un lugar como aquel sobreviviera en una urbe con tendencia a arruinar su patrimonio, a convertir lo clásico en esperpento.
Niza Pachecoalıntı yaptı2 yıl önce
La ciudad estaba viva. Era una enemiga haciendo cosas para acabar con la gente.
Niza Pachecoalıntı yaptı2 yıl önce
Así era la Ciudad de México, con su vocación de palimpsesto.
Niza Pachecoalıntı yaptı2 yıl önce
Perdieron a la mitad de la tropa, también el tesoro arrebatado a Moctezuma. Sin embargo, podían volver. Había un tesoro aún más grande esperándolos: toda la tierra que pisaban sus pies y que se repartirían si resultaban vencedores.
Tesaalıntı yaptı3 yıl önce
Era un momento especial; se entregaron a él de la única manera en que los momentos felices pueden vivirse: obviando el pasado y, sobre todo, el futuro.