De qué hablo cuando hablo de correr

¿Quién podría sentir aprecio (o algo parecido) hacia una persona tan carente de espíritu de colaboración, hacia una persona que, en cuanto ocurre algo, pretende encerrarse en un armario?

Carla Thomas y Otis Redding

¿Cómo se convierte alguien en un novelista que corre?

(esto de «volver a pensar más adelante» es una de mis especialidades, cuya técnica voy puliendo a lo largo de los años).

. Que yo sea yo y no otra persona, es para mí uno de mis más preciados bienes.

Para mí —y quizá para todo el mundo—, ésta ha sido la primera vez desde que nací que he experimentado lo que es envejecer, y la sensación que eso trae aparejada también es nueva. Si la hubiera experimentado con anterioridad, siquiera una vez, seguramente habría podido discernir muchas más cosas y con mayor claridad, pero el caso es que, al tratarse de la primera vez, no resulta nada fácil

Cuando Mick Jagger era joven, se jactó de que preferiría morir antes que seguir cantando Satisfaction a los cuarenta y cinco. Pero lo cierto es que, incluso ahora que ya ha superado los sesenta, sigue cantando Satisfaction.

El cielo es algo que, al tiempo que existe, no existe. Algo material y, a la vez, inmaterial.

Los pensamientos que acuden a mi mente cuando corro se parecen a las nubes del cielo.

No son contenido, son pensamientos generados en torno al eje de la vacuidad.