Emociones lentas

YO ME SACO ESTO QUE TRAIGO
y te lo dejo
como dejan algunos perros
pájaros muertos en la puerta de sus dueños.

Con inocencia
y con exceso.

me decía sí, ahora me voy a levantar
y voy a escribir esas líneas definitivas de venganza
y bronca y dolor y repulsión y venganza
y todo va a estar bien después, el poema

PERO ¿Y DESPUÉS?

¿Qué se puede hacer
con una emoción
que ya tuvo su turno,
su hora de seda?

ALGO DENTRO DE TU CORAZÓN LANGUIDECE,
algo más allá se agiganta, como un hongo,
y entre tus dientes crecen
trepadoras
las raíces de un arbolito que yo mastico alegremente
como una nena
que acaba de conocer la Tierra
y cree que se la merece.

COMO UNA PLANTA A LA QUE NO ALCANZA LA LUZ
se me secan las hojas, se me curvan hacia arriba
botes enfermizos
resbalan el agua, no se la quedan
no se la pueden quedar
todo pasa y es ridículo, estoy seca, seca
y el agua pasa como si no hiciera falta quedarse
se infiltra,

la gravedad la recupera
hacia abajo

mi tierra polvorienta no quiere
humedad, no puede

a la tarde un poco de la luz
de costado
un rayo cosita de nada
acaricia las últimas hojas
como dejando dicho algo
que no entiendo
algo
que no me puedo quedar.

no te lo tomes a mal, pero
como se dice
hay algo
que deberías saber?

SALGO A LLAMAR AL GATO PORQUE ESTÁ LLOVIENDO
y que vuelva, que se va a mojar.
En vez del nombre del gato digo el tuyo. A los gritos,
varias veces. Hasta que me doy cuenta.

PERO SOS
un animal de riesgo
y yo
un animal de cuidado:
dos bestias
incompatibles.

CONOZCO EL INFIERNO,
está en mi cabeza
y todos vienen a mojar sus pies
a esta fuente de lava.

A nado
cruzo
de lado a lado

y desde el borde
alguien tira una moneda
que se derrite
antes de tocar el fondo.

Si yo fuese un ratón
preferiría
perder mi cola en la trampa
antes que mi queso.
Una y otra vez.