Este libro responde una serie de interrogantes sobre la religión católica, presentando la tesis de una elaboración progresiva de los evangelios, cuyos autores compendiaron todas las creencias es del mundo judío de la diáspora y del mundo grecorromano. De esta forma, los evangelistas fueron incorporando sucesivamente los siete personajes que resumían la espiritualidad de ambos mundos. De esta forma, los evangelistas fueron incorporando sucesivamente los siete personajes que resumían la espiritualidad de ambos mundos: el Mesías davídico, el profeta apocalíptico, el filósofo estoico-cínico, el logos, el dios que muere y resucita, el taumaturgo y el revelador gnóstico.