Dile lo que sea que te dicte tu corazón —dijo. Curvó los labios en una sonrisa pícara y añadió—: Y si eso no resulta, te sugiero que cojas un libro y le golpees la cabeza con él.
Ailen Varaalıntı yaptı10 ay önce
Lección Número Uno en el trato con lady Danbury: Nunca reveles debilidad.
Lección Número Dos (lógicamente): En caso de duda, ve a la Lección Número Uno
Ailen Varaalıntı yaptı10 ay önce
algunas cosas llegan como un relámpago; y que hay ciertas cosas que uno simplemente las sabe sin ser capaz de explicarlas.
Ailen Varaalıntı yaptı10 ay önce
La verdadera pregunta es: ¿estarás tú seguro con ella?
Ailen Varaalıntı yaptı10 ay önce
era en realidad muy inteligente y tenía un corazón de oro.
Un «retorcido» corazón de oro.
Alexaalıntı yaptı2 yıl önce
Jamás he dicho que sea un modelo de bondad y luz
Alexaalıntı yaptı2 yıl önce
Si deseara caerle bien a todo el mundo, tendría que ser amable, encantadora, sosa y aburrida todo el tiempo, ¿y qué diversión habría en eso
Ivanna Peñaloza Acevedoalıntı yaptı2 yıl önce
—No te voy a decir ninguna palabra indecente más en italiano —le advirtió.
Él se echó a reír.
—Entonces dejaré de pasarle billetes de libra bajo cuerda a la signorina Orsini con la condición de que te enseñe palabras indecentes.
Hyacinth lo miró horrorizada.
—¡No has hecho eso!
—Pues sí.
Ella frunció los labios.
—No tienes cara de estar ni una pizca arrepentido.
—¿Arrepentido?
Ivanna Peñaloza Acevedoalıntı yaptı2 yıl önce
Cuatro años después, lord Saint Clair se cayó de su caballo durante una partida de caza del zorro y su muerte fue instantánea. Gareth asumió el título y la familia se trasladó a su nueva residencia de ciudad en la casa Saint Clair. Eso fue hace seis años. Desde entonces Hyacinth no ha parado de buscar las joyas…